EL TEMA
Desde los tiempos más remotos del pasado del hombre, el Mediterráneo ha sido testigo de sucesos y avatares, que han conformado la historia de sus pueblos. En el crisol de sus orillas surgieron estados e imperios, cuyo influjo y esplendor se percibe todavía en nuestros días. El nacimiento de Occidente se gestó en esa amalgama de culturas, en las que fue decisivo el papel desempeñado`por las civilizaciones del Asia Anterior.
Sus narradores expresaron, de ese modo, la significativa función de un animal, erigido en símbolo común de los países ribereños del Mediterráneo y del Próximo Oriente.
En torno a él, giraron muchas de las concepciones socio-económicas y lúdico-religiosas de aquellos pueblos, convirtiéndose en vehículo de unión entre unos y otros.
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Los griegos simbolizaron este hecho en el mítico rapto de la bella princesa Europa, oriunda de las costas de Fenicia, por Zeus-toro quien, surcando las aguas del mar, la transportó hasta tierras de Creta, donde dió origen a un linaje de reyes. Oriente y Occidente se fundieron, así, en la isla minóica para comenzar una andadura, cuya transcendencia histórica aún no ha terminado. No es casual la personificación taurina del protagonista masculino de la fábula.
MUNDO ANTIGUO
El mundo antiguo comprende un espacio histórico que marca e ilumina muchas de las pautas y conductas del hombre actual. Indagar en el pasado, contribuye a interpretar el presente. Este trabajo se adentra por los caminos trazados por Oriente y Occidente de la mano de uno de sus símbolos más emblemáticos: el toro, cuyo influjo se advierte todavía en las manifestaciones sociales, económicas, artísticas y religiosas de la modernidad.
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